
La harina de almendras, como su propio nombre indica, está elaborada a base de almendras. Estas se blanquean para quitar la piel y después se muelen hasta obtener una textura fina y suave. Esta harina puede sustituir a cualquier harina blanca en muchas recetas, sobre todo de postres. Es más saludable y no tiene gluten. Esto la convierte en un ingrediente perfecto para intolerantes al gluten o diabéticos. También es interesante su consumo en personas con una dieta baja en carbohidratos o en cualquiera que busque cuidar la salud y alimentación.
Contiene mayor cantidad de fibra que la harina de trigo o cualquier otro tipo de harina blanca y las grasas que contiene son saludables, ya son monoinstauradas. Esto las convierte en excelentes aliadas del corazón y el colesterol.
La almendra es un fruto rico en proteínas y minerales como el calcio y el magnesio por lo que son muy recomendables durante el embarazo o si se sufre de enfermedades como osteoporosis.